Cómo se hizo Grimorio Vampírico (primera parte)

grimorio vampirico

Hace un par de semanas me escribió Óscar Manrique, el cincuenta por ciento de Dual Factory para darme a conocer uno de sus últimos trabajos: Grimorio Vampírico.

No quise dejar pasar una oportunidad para haceros llegar nuevo contenido interesante y que esto no se quedase en una mera reseña más. ¿Qué tal si nos cuenta junto a su compañero, Jorge Madejón, cómo fue el proceso de elaboración del libro? Creación de ilustraciones, detalles a tener en cuenta…

Como hay bastante miga, el artículo irá dividido en dos partes. La semana que viene, la siguiente 😀

Primeros pasos

Hay varios elementos generales que tuvimos en cuenta a la hora de realizar el libro:

  • Queríamos que fuese un libro muy visual, con abundancia de ilustraciones, de manera que el lector lo pudiera disfrutar tanto de forma visual, escrita, o mediante la combinación de ambas. Por ello quisimos que la cantidad de ilustraciones fuese determinante y que prácticamente todas las páginas del libro llevaran algún tipo de dibujo en ellas.
  • Quisimos que el libro disfrutara de varios estilos de dibujo por varias razones: para que dependiendo el tipo de o tema se tratase, pudiera llevar el estilo que consideramos más adecuado al mismo (unos permiten destacar más los detalles, otros el dramatismo o impacto visual, etc.), para poder transmitir una mayor riqueza y variedad visual y para que los lectores dispusieran de una mayor gama de estilos a través de los cuales puedan sentirse más identificados o atraídos hacia la historia.

Es muy importante en un libro de estas características un buen trabajo de documentación previo. Hemos sido muy cuidadosos en esto: tumbas, edificios, personajes etc. (e inclusos en detalles mucho más ínfimos), aunque haya cosas que siempre se pasarán por alto o serán inventadas. Es muy importante el decidir el estilo visual y empaparse en él de manera previa a realizar la ilustración (también ocurre lo mismo a la hora de diseñar los personajes, claro).

Podríamos destacar entre los estilos, los realizados a lápiz con sus degradados (y con acuarelas en ciertas ocasiones como complemento), los de “masa de negro”, con sus líneas duras y fuertes contrastes entre masa de negro y la luz, y los realizados con un entintado de pincel, con la técnica de pincel seco para realizar la transición de luz a oscuridad.

A esto faltaría añadir las ilustraciones de Óscar de las cuales el mismo os proporcionará una exhaustiva explicación.

Detalles técnicos y narrativos

Una de las preguntas que suele surgir es la de a qué tamaño realizar las ilustraciones. Aunque muchos artistas prefieren realizarlas a un tamaño mayor (A3, etc…) por las facilidades que da para introducir detalles yo suelo preferir realizarlas al mismo tamaño al que van a ser publicadas (excepto aquellas que han sido reducidas para introducirlas en el texto y casos por el estilo), por lo que la mayoría de ilustraciones están realizadas a tamaño A4.

Esto se debe a que me gusta saber que lo que estoy haciendo es exactamente lo que va a poder ver el lector, y saber que el lector va a poder ver exactamente lo que yo quería ofrecerle, sin cambios de tamaño que varían la anchura de línea por poner un ejemplo. Es por ello que, aunque en ocasiones se haga más difícil, me gusta trabajar al mismo tamaño que las va a apreciar el lector.

Otro detalle muy importante en cuanto a las ilustraciones del libro es que queríamos que también tuvieran mucha importancia a nivel narrativo. No queríamos que fuesen meras imágenes que acompañan al texto, sino que introdujimos mucha información en gran cantidad de ellas, información que complementa lo escrito y en ocasiones, para el lector avezado, incluso desvela muchos nuevos datos. Esto lo hicimos tanto como “premio” para los lectores más escrupulosos como para darles una mayor importancia y fuerza a las imágenes.

carta keltos

A la hora de realizar una me gusta contar una historia con ella: introducir elementos que proporcionen información adicional sobre los personajes, la situación, el ambiente, etc. Podríamos citar de ejemplo la de Keltos Gaelson (imagen que podréis ver un poco más abajo) , el retrato de Óscar en los créditos o la de los vampiros de una de las páginas del libro en la que, en la chaqueta, el vampiro tiene bordada parte de su historia.

Todo esto lo hago por intentar evadirme en muchas ocasiones de la de “pose sin más enseñando lo guapo o cachas que es tal personaje”, siendo de esta manera ilustraciones mucho más narrativas que en ocasiones precisan una mayor complicidad del lector y, sobretodo, me permiten no aburrirme como ilustrador .

Ejemplos y herramientas de trabajo

Normalmente realizo unos pequeños bocetos/colocaciones previos para obtener una composición que me convenza. Estos bocetos no deben conllevar mucho detalle para no cansarnos repitiendo dos veces lo mismo y mantener la frescura a la hora de realizar la final, tratándose apenas de unas pocas líneas que dan la posición final. Le suelo dedicar el tiempo que sea necesario a conseguir esa composición con la que quede convencido, ya que me parece uno de los puntos más importantes a la hora de enfocar la ilustración (y que claro, hay que tener en cuenta que luego se ha de introducir con coherencia en la composición del libro en su conjunto de textos y siguiente/anterior página).

ilustracion a lapiz

Ilustraciones a lápiz (ejemplo imagen superior). Tras realizar los bocetos para comprobar que la colocación me gusta (en el ejemplo de esta ilustración, composición de triángulo de los personajes principales, diferentes distancias entre ellos, composición de manera que unos quedan solapados por otros en ciertas zonas sin “aire en medio”, etc.) paso a realizar esa colocación en la lámina que será la del dibujo final. Esto es muy importante para que, aunque luego haya elementos que vaya a cambiar de posición según lo vaya precisando, tenga una idea general de las proporciones que ocupará cada elemento. Gracias a ello se pueden introducir elementos que “cortan” la composición del triángulo como la tumba alta situada a la izquierda de la ilustración.

El hecho de ese trabajo de documentación y creación previo se revela como muy importante en este punto. Conocer qué tipos de estructuras existen o qué indumentaria han de llevar los personajes, me sirven para incluir detalles como la tumba que nos ayuda en la composición.

Desde el primer momento, incluso antes de empezar a bocetar en la lámina final, tengo decidido el foco de luz. Esto me es muy importante ya que de esta manera sé desde el inicio que líneas he de ir marcando o no a la hora de ir definiendo el dibujo.

Para dibujar utilizo un lápiz de la marca Austria Cretacolor 2B (aunque últimamente he pasado a los lápiz Derwent). Muchos autores prefieren lápices más duros para trabajar pero yo prefiero para todo y trabajo siempre con un 2B: me permite la soltura necesaria para el boceto, me da la definición que preciso para detalles si lo afilo lo bastante (siempre lo mantengo muy afilado, con lo que me “como” muchos lápices) y, sobretodo y más importante, al ser un lápiz tan blando me permite, controlando la presión, realizar muy bien los degradados de luz a oscuridad, pudiendo realizar muy bien una zona oscura más “negra” y una intermedia más suave. Diferencias lumínicas que un lápiz más duro no me ofrece.

En varias ilustraciones como la mencionada anteriormente, introduzco acuarelas (en grises) sobre los lápices en ciertas zonas para dar una textura y profundidad diferente, como he hecho en este caso en el fondo, para profundizar un poco en la variación de distancias. Posteriormente vendría la parte de Oscar en que limpia las ilustraciones y pasa a sepias los grises de los lápices.

ilustracion entintada

Ilustraciones con acabado y entintado con tinta china a pincel (ejemplo imagen superior)

El proceso de colocación y lápices para estas ilustraciones es el mismo de las que llevan el acabado de lápiz con la salvedad de que los lápices suelo dejarlos menos acabados. Esto se debe principalmente a que me gusta dejar ciertas decisiones a la fase de entintado. Además, entintándome a mí mismo no tengo ningún problema al tener muy claro lo que quiero obtener.

La fase de entintado me parece una de las más importantes y que hará que mayor fuerza tome una ilustración, disfruto enormemente con ella.

Estos entintados los realizo a pincel. Es la herramienta de entintado que más me gusta y que considero superior a todas las demás: la que más enseña y que resulta más gratificante de utilizar. Aunque me gustan mucho los tradicionales, por motivos de rapidez suelo utilizar con cartucho de tinta, en el caso que nos ocupa un Pentel.

En estas ilustraciones, las graduaciones de luz a sombra las realizo mediante tramas lineales (manuales realizadas con el pincel, claro) largas y sobretodo la utilización de la técnica del pincel seco.

ilustracion masa negro

Ilustraciones con acabado de línea dura y masa de negro (imagen superior, zona central):

Este es un tipo de acabado muy divertido de realizar. Es muy importante tener muy bien definido (como en todas las demás) el foco de luz a la hora de su realización ya desde el lápiz. Desde el primer momento, a la hora de realizar los lápices, el acabado que realizo es diferente a las otras ilustraciones. Las zonas de oscuridad vienen ya definidas con el lápiz, aunque también me dejo bastante libertad a tomar decisiones en el entintado.

Es un estilo en que dejamos normalmente zonas muy marcadas de masa de negro y en el que la luz queda delimitada por dichas masas, con escasas marcaciones del paso de luz a sombra indicadas solamente por alguna trama lineal que otra. Es un estilo muy fluido y en el cual me suelo encontrar bastante desenvuelto. A la hora de plantear el dibujo ya voy pensando en el por las zonas de sombra (las cuales lo definirán) en lugar de en las de luz. En ocasiones, en el dibujo previo, realizo el estudio de dichas áreas de sombra.

No hay que tener miedo a que zonas de sombra entren en contacto entre ellas, hay que buscar que las áreas de luz (o le conjunto de luz y sombra, mejor dicho) nos den la información suficiente para entender el dibujo sin necesidad de líneas superfluas o intermedias sobrantes.

Estos entintados los realizo con un rotulador de punta de bola (normalmente un Pilot G-TEC 0,4) que me permite un muy buen deslizamiento, ya que este tipo de dibujo requiere un trazo rápido y enérgico. Las áreas de sombra, líneas gruesas etc quedan delimitadas realizando la zonas exteriores con ese 0,4 y siendo rellenadas a posterioridad con otros rotuladores.

Agradecimientos

Y eso es todo hasta aquí. Espero que os haya resultado interesante y haberos podido describir adecuadamente los métodos de dibujo que empleo habitualmente. Muchas gracias a todos nuestros amigos vampíricos y a todos aquellos que os habéis interesado en nuestros métodos de dibujo. ¡Un saludo a todos y hasta pronto! Jorge Madejón

Segunda parte del artículo.

  1. Tengo el libro, es muy bueno, me ha dejado claras muchas cosas, además las ilustraciones son muy detalladas y buenas.

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