Sobre ideas, validación, curiosidad y una recompensa de 10.000 euros

idea-creatividad-curiosidad

(Este artículo está publicado y revisado también en Medium)

Tras un titular tan poco SEO friendly me gustaría dejar por escrito una experiencia que he tenido durante los últimos meses y que ha sido muy positiva tanto a nivel personal como a nivel profesional. Es de esas experiencias que te demuestran que conceptos como el esfuerzo, la curiosidad o ser «proactivo» son partes tan o más importantes como las habilidades técnicas que se hayan adquirido con el tiempo. Da lo mismo que seas diseñador, un developer o conductor de camiones.

Todo empezó porque soy culo inquieto y me gusta siempre meter el hocico en todo lo posible. Saber cosas, o mejor dicho, entenderlas. Me interesa más el problema, la experiencia y el camino hasta dar con la solución, que la solución en sí.

En esta ocasión llevaba una temporada dedicando más tiempo a aprender conceptos relacionados con el diseño de producto, el marketing, la afiliación y sistemas de referidos, que a ver cuál era la última aplicación que se lanzaba y que prometía a ser la herramienta definitiva llena de killer features para hacerme mejor diseñador.

Me decidí por «estudiar» sobre estos campos por el interés que tengo en el diseño de producto (entendiendo producto como algo no necesariamente tangible, véase SaaS) y por mantenerme siempre mínimamente al día viendo que el mercado internacional demanda cada vez más product designers. Sentía la necesidad de aprender más sobre conceptos que si bien van ligados a la capa visual de un proyecto, tienen mucha más miga detrás. Es ahora cuando deberiáis recordar esos años de estudio en los que siempre os pedían justificar las decisiones de diseño. Pues hay mucha más miga, mucha más 😛

Bien, aquí os va un chorizo. Ale-hop!

Tranquilos que no se me ha colado una inyección de links spammers! Leer, leer mucho. Leer sobre UX, sobre psicología aplicada al consumo, sobre startups que cerraron… sobre experiencias en definitiva. No hay día que no agradezca enormemente la cantidad de información vital que hay disponible y que nos puede ayudar a mejorar.

Veamos. Si se es mínimamente perspicaz uno se da cuenta de que la mayoría de los artículos enlazados están orientados al mercado móvil y/o apps. Deformación profesional e intereses personales, sorry. Me gusta investigar este terreno y en el estudio hacemos proyectos de este tipo. Ya sabéis el dicho de que la cabra siempre tira p’al monte.

Quizá estas razones fueran las que hicieran que un día mientras veía la tv, se me ocurriera una idea un poco simplona para hacer un jueguecito pensado para móviles. (nota: dudo mucho que lo que estaba viendo en la televisión tuviera algo que ver).

Corregidme si me equivoco pero la mayor parte de las veces nos detenemos aquí. Se nos ocurre algo, lo «vemos» y le damos un par de vueltas pero seguimos con nuestra vida. A veces porque ha sido una «idea fugaz» sin más, otras veces porque tampoco nos queremos complicar demasiado, porque pensamos que algo así seguramente ya esté hecho, etc. Pero yo quise ir un poco más allá en esta ocasión. Pensé que podría ser algo factible teniendo en cuenta la situación. Así, intenté hacer una validación rápida, cutre y casposa de lo que tenía entre manos. Validar una idea, obligatorio!!

  • Dado que la mecánica principal era una ligera vuelta de tuerca y resultado de mezclar algunos conceptos existentes, posiblemente la idea pudiera importar a «alguien» y por tanto es probable que existiera un mercado.
  • Pensar que «hay un mercado» sin hacer estudios ni tener datos es para que te saquen la tarjeta roja directa. Pero la puesta en marcha no requeriría apenas inversión económica ni un tiempo de desarrollo elevado.
  • Probablemente dispondría del equipo técnico necesario para llevarla a cabo.
  • Al tener un riesgo mínimo de «pérdidas», podría ser una experiencia claramente positiva sin importar el resultado.

Como la «emoción» me embargaba lo siguiente que hice al llegar al trabajo el día siguiente fue hablar con mi señor jefe [Q]Boss para continuar el proceso de validación. Necesitaba opiniones adicionales sobre si conocía algo parecido y qué tal lo veía. Teniendo en cuenta lo mucho que está metido en el desarrollo móvil, era un buen referente. Pensé que al momento de contrastarla llegaría la cruda realidad en plan «ya hay 30 que hacen eso mismo». Sorprendentemente la idea recibía buen feedback.

Terminé diseñando un par de bocetos rápidos sobre el estilo que tenía pensado y ver si podíamos estar en sintonía. Tengo que agradecer la posterior colaboración del resto de mis compañeros a la hora de resolver mis dudas y aportar toda su experiencia sobre el enfoque del proyecto.

Además en este punto en concreto creo que tomé otra buena decisión: seguir ampliando el número de personas con las que validar la idea. Gente conocida, profesional del sector, fuera de mi radio de acción diario y que también fueran habituales del sector a nivel usuario. Eso supuso invertir tiempo en la preparación de una breve documentación usando Google Docs en la que explicaba coloquialmente lo siguiente:

  • Cuál es la idea
  • Mecánicas básicas
  • Dudas sobre funcionalidades
  • Ideas para monetización

Quería obtener un feedback real, nada de buenrollismo gratuito o esto mola porque sí. Porque es necesario que te den palos si te lo mereces de la misma manera que si la mecánica es una mierda da igual lo bien que la vistas (aunque curiosamente al revés sí que funciona).

Para mi asombro, los comentarios recogidos seguían siendo totalmente positivos. Reconozco que estaba muy animado xD. Quiero darle las gracias a @RUDE, @elecash, @rakelka y a @Carloselrojo por el tiempo invertido ofreciéndome sus valiosos comentarios. También quiero darle las gracias a David porque en el fondo él también aportó su granito de arena al ayudarme a validar anteriormente otra idea para un proyecto más ambicioso y que me sirvió para darme cuenta de lo importante que es y lo mucho que aprendes de estas experiencias. Darle al coco es lo mejor que se puede hacer 🙂

Involucré directamente a [Q]Boss porque necesitaba a alguien con más experiencia en la dirección de proyectos y porque al fin y al cabo si quería pedir la ayuda de mis compañeros, sería bueno establecer una ruta a seguir. Pensamos que podríamos tener algo visible en un par de fines de semana trabajando a lo loco. Pizza, ojeras, algunas partidas a la «play»…

Aquí el problema a solucionar consistía en poder marcar una fecha concreta en la que ponerse manos a la obra. Una fecha cercana y realista. Creo que hay que aprovechar el momentum y no dejarse vencer por la apatía porque de lo contrario estás condenado y se puede dar al traste con la mejor de las ideas. Pero es muy dificil hacer algo por amor al arte y lo es más cuando quieres involucrar a más personas a las que en un primer momento no les puedes ofrecer nada más que «ver qué va a pasar». Es complicado cuando toda la semana te dedicas a proyectos y más proyectos. Y es que no se trata de falta de ganas (que también) sino de ver cómo compatibilizar el día a día con el tiempo que necesita algo así sin que llegue a afectar demasiado. Pero creo que es imposible algo así. Es como pensar que abrir una tienda online no va a suponer un esfuerzo extra si quieres que salga bien.

Todos trabajamos duro e intentamos esforzarnos para poder tener «fuera» nuestras vidas (con sus más y sus menos) y poder «desconectar». Reconozco que si bien yo no sé «desconectar» también sentía cierta pereza. ¿Prefería disfrutar de mi rutina «liberadora» esos fines de semana o dedicarlos a esta idea y ver qué beneficios podría obtener después? Dichoso Freud!

Pasaron unos cuantos días y tampoco insistí demasiado. Sí que seguía recopilando información para mejorar los procesos y puntos débiles. Por ejemplo encontré este artículo para escribir buenas notas de prensa bien majo. Por cada artículo que encontraba, más me animaba a seguir creyendo en hacer «algo».

Entonces fué cuando me encontré esto. 10.000 euros para hacer tu primera aplicación.

Pensé que si sonaba la flauta y consiguiera algo de «inversión», tendría fuerza suficiente como para plantear el desarrollo como un proyecto real en el estudio, realizado en tiempo de jornada laboral. Y bueno, 10k no es que te arregle la vida pero sí que permitiría algo de la envergadura inicial que tenía entre manos. Luego si se demostraba que la idea funcionaría, ya veríamos. Primero empecemos a gatear y luego ya vemos qué es eso de andar.

Volviendo al tema del evento me mantuve expectante. Pero analizando mínimamente la situación el balance era claramente positivo: tras el ofrecimiento se encontraba César Martin al que ya conocía por sus artículos y Becas Alzado, lo que le confería cierto grado de confianza. También pensé que realmente apenas tenía que hacer nada para presentarme puesto que contaba con bocetos y documentación ya creada. Mi idea se ajustaba bien a los criterios necesarios. No perdía nada por intentarlo así que me presenté por email, hablé sobre mi idea e inclusó compartí totalmente la documentación que tenía elaborada hasta el momento. Después, me limité a esperar.

Poco tiempo después César contactó conmigo. El siguiente paso a realizar por todos los participantes consistía en una entrevista telefónica. Me hicieron llegar un cuestionario que sería la base de nuestra conversación. Un cuestionario que tras responder pensé que realmente valía su peso en oro. Me pareció tan completo que me sentí realmente bien preparando las respuestas (para lo que tuve que investigar, leer más aún e incluso preparar algún boceto extra). Responderlo al completo me demostró a mí mismo que iba en serio y que estaba intentando tenerlo todo claro para llevar al éxito una idea. O al menos a intentarlo. Sin pájaros en la cabeza, siendo realista.

Agradeciendo a César el permiso para compartirlo, el cuestionario era el siguiente:

  • Presenta tu idea en 10 minutos.
  • Experiencia previa desarrollando aplicaciones
  • ¿Es tu idea internacionalizable? ¿Cuáles son los principales problemas y virtudes para ello?
  • ¿Sería tu proyecto de pago? Si es así, ¿cuánto? Motivos.
  • ¿Cuáles son tus principales clientes?
  • ¿Cómo llegarás a ellos?
  • ¿Qué tiempo necesitas para hacer un prototipo?
  • ¿Estás dispuesto a hacer un test de concepto con un grupo de usuarios?
  • ¿Tienes una sociedad constituída?
  • Por la aportación de 10.000 euros, ¿qué participación estarías dispuesto a dar en este proyecto?
  • ¿Estarías dedicado/s al 100% a este proyecto?
  • ¿Cuál sería el calendario de pagos ideal y en base a qué hitos se harían esos pagos?

Como veis, es un cuestionario que apenas deja nada al azar y deja muy clara la intención de todas las partes implicadas. Así pues preparé bien las respuestas y me lancé a la piscina. Tras esa entrevista llegó un email. Y luego otro. Y otro. Y así estuve los siguiente días cruzándome correos con César en lo que para mí terminó siendo el reconocimiento al esfuerzo y las ganas que siempre he mostrado por mantener la mente despierta y curiosa. No hace falta que explique literalmente qué paso, ¿verdad?

Pues… Finalmente decidí decir «gracias, pero no.» Toma giro de guión xD.

No hay ninguna razón o planteamiento oscuro y tampoco me parece que entrar en detalles aporte algo valioso. A grandes rasgos pensé que aceptar ese dinero podría dar lugar a algunas situaciones que desestabilizarían nuestro a-veces-caótico-a-veces-indescriptible ritmo de trabajo habitual. Y no me gustaba pensar en que YO pudiera ser razón de un posible desbarajuste o de algo parecido a esos momentos mágicos que a veces regalan algunos clientes. Reconozco que aquí me eché un poco para atrás. Agradezco de verdad a César toda la información y los correos que hemos cruzado. Gracias!

En el fondo también me gustaba la idea de mantenerlo como un proyecto paralelo, algo que no se dejara llevar por la marea de los tiempos de entrega, la presión o el estrés habitual. Y creo que tomé una buena decisión.

Realmente, y con esto voy acabando ya, creo que el haber cogido una idea y haberla llevado hasta donde la llevé ha sido un auténtico lujo y un verdadero premio. La recompensa no es tangible y quizá no la vea a corto plazo, pero crecer como profesional y seguir aprendiendo no tiene precio. Es eso lo que intento hacer ver cuando escribo cosas así, cuando doy una charla o hago un taller. Y es duro. Pero hay que demostrar que le echamos un par de webs 🙂 No me gusta citar a Steve Jobs porque estoy de Apple y el fanatismo hasta las narices, pero qué gran verdad es eso del stay hungry, stay foolish, ¿eh?

Y sí, me he dado cuenta que no he mencionado detalles sobre la idea. Pero ya lo dije al principio: me interesa más el problema, la experiencia y el camino hasta la solución, que la solución en sí 😉

(Imagen de cabecera Glowing bulb over wooden background cortesía de Shutterstock)

  1. Es lo mejor ser uno que mete el Hocico en todos lados, de esos que queremos saber porque y para que, y muy buen articulo… Gracias por compartilo

Los comentarios están cerrados.

A continuación:

Designary - Diccionario de términos de diseño gráfico y editorial

Designary - Diccionario de términos de diseño gráfico y editorial