Llevo los últimos cinco años y medio recolectando artículos, libros y vídeos sobre management. Lo que hemos llamado toda la vida gestionar, vaya. De toda esa macedonia de información, rescaté hace un par de semanas unas anotaciones sobre el libro Behind Closed Doors: Secrets of Great Management.
Son unas anotaciones realizadas en el año 2012 en la página Goodreads.com, donde uno de sus usuarios, Lucas, pensó que quizá podría batir el record del comentario más kilométrico jamás visto en la página. Helo aquí [en].
En su comentario hacía un buen repaso de todo lo que deberíamos tener en cuenta los que nos dedicamos o nos planteamos dedicarnos a la gestión de tropas, proyectos… y también de sentimientos, por qué no decirlo.
Decidí que el esfuerzo de Lucas tras casi 8 años desde su publicación debía tener algo más de seguimiento y se me metió en la cabeza pegarle un repaso, dividirlo en cómodos fascículos mucho más digeribles y traérmelo todo por aquí para su archivado.
Otra de las razones por las que lo hago es por realizar una autoevaluación sobre las labores de gestión que llevo realizando los últimos cuatro años. Por dar algo de contexto diré que en todo este tiempo he pasado de trabajar prácticamente solo a estar actualmente como amado líder de un departamento de 15 personas. Todo un viajecito. Pero eso da para otros capítulos.
Lo que se puede leer a continuación es un desglose que podríamos titular Objetivos que tienes las primeras siete semanas cuando comienzas a dirigir un equipo. Quizá es un título pelín excesivo pero nunca me he caracterizado por ser un tío escueto.
Hay cosas que he llevado a cabo, cosas que no y cosas que ni siquiera sabía que debía hacer. Lo he traducido de manera un poco libre pero manteniendo la esencia. No me gustaría que Lucas no se sintiese orgulloso de su legado.
Voy a dar por hecho que todo aquel que lo lea (además de mi madre) sabrá a qué me refiero cuando uso conceptos como 1-to-1 o coach.
Semana 1
Empieza a realizar 1-to-1 con cada miembro del equipo y dales una periodicidad semanal.
Permanece atento a los detalles y si detectas que alguien ha hecho algo notablemente bien, coméntalo.
No te centres en tu espacio de trabajo. Parte de tu trabajo es detectar los cambios y eso puedes hacerlo tomando un café en la cocina o comiendo con el resto de compañeros.
Haz una lista de todo el trabajo que tu equipo lleva a cabo, incluyendo el que tú realizas también. Esta lista te servirá para dar forma al cuadrante de responsabilidades y actividades que tu equipo y tú realizáis.
Semana 2
Define de manera clara los objetivos de tu equipo y determina si es posible hacerlo. Compáralo con lo que espera tu superior del equipo y si los objetivos clave están alineados, úsalos para establecer una conversación con el equipo y obtener opiniones.
En los siguientes 1-to-1, haz preguntas relacionadas con el nivel de satisfacción relacionado con las tareas del trabajo y sobre las habilidades que les gustaría desarrollar a los miembros de tu equipo. Mantente abierto ante la posibilidad de que puedan surgir más adelante situaciones en las que miembros de tu equipo quieran realizar un cambio profesional que los lleve a realizar tareas muy diferentes a las actuales o incluso a solicitar la transferencia a otro equipo diferente.
Semana 3
Evalúa las reuniones grupales. ¿Están siendo lo suficientemente efectivas? ¿Están claramente orientadas a objetivos concretos?
Usa los 1-to-1 para comentar las cosas que se están haciendo bien a nivel individual y las que son sensibles a mejorar.
Pregúntate a ti mismo si estás evitando de manera deliberada dar feedback sobre algún tema en concreto y si es así analiza qué es lo que te lo está impidiendo.
Semana 4
Busca oportunidades en los 1-to-1 para proponer mejoras en las capacidades de cada persona. Define objetivos profesionales cada cuatrimestre (aproximadamente) y realiza un seguimiento regular.
Haz una lista de las personas con las que trabajas. Ahora haz una lista separada de las personas de las que crees que depende tu éxito en la consecución de objetivos. Con aquellas personas con las que no haya superposición entre ambas listas, es el momento de pensar en construir una buena relación antes de que sea demasiado tarde.
Revisa tus puntos débiles. ¿Estás usando gestos o formas de comunicación que reducen tu efectividad? Confía en un compañero con el que tengas una buena relación para ayudarte a descubrir donde puedes mejorar. En determinadas ocasiones es mucho más efectivo plantear el contexto de «cómo te sientes» a simplemente actuar,
Semana 5
Haz una lista de los problemas que detectas en el equipo. Identifica aquellos que pueden ser solucionados con la colaboración grupal, elige uno y úsalo como tema en la próxima reunión grupal. Aquellos problemas que no puedas resolver solo, son directos candidatos a ser tratados con tus compañeros responsables de equipo o recursos humanos.
Si no lo has hecho aún, actualiza la lista de tareas y desempeños de tu equipo.
Semana 6
Sabes que tienes que delegar tareas aunque no lo veas posible. Es el momento de hacerlo. Selecciona una tarea que sabes que DEBES delegar y hazlo.
Se constante con los 1-to-1. Encuentra algo reseñable (positivo) en cada uno de los miembros del equipo y coméntalo con ellos.
Si no lo has hecho, empieza a realizar labores de coach con algún miembro. Sin entrar en mucho detalle (hay mucha información sobre este tema del coaching en Linkedin Learning), ten en cuenta los siguientes puntos:
- ¿La labor de coaching a realizar es sobre base técnica o los comportamientos relacionados con el perfil?
- ¿Hay cambios que esta persona puede hacer para mejorar su trabajo? ¿Cuáles?
- ¿Le gustaría a esta persona desarrollarse en áreas de gestión?
- ¿Esta persona está dispuesta a aceptar ayuda?
Pregunta a alguno de tus compañeros de trabajo por feedback sobre cómo ven la gestión del equipo.
Semana 7
Haz una review de las medidas y metodologías que has llevado a cabo. Revisa aquellas que NO has llevado a cabo aún, valorando qué pueden aportar si empiezas a tomarlas en cuenta.
Analiza con los objetivos delante si tu gestión está sirviendo para conseguir resultados, esto es, finalizar trabajos y proyectos de alta importancia frente a aquellos que no lo son.